Distintos tipos de formación y sus titulaciones

El Sistema Educativo Universitario de España ha sido remodelado recientemente, debido a una exigencia del proceso de Convergencia Europea. El requerimiento en cuestión consiste en una reestructuración del método educativo en las universidades, tanto en el territorio español como en el resto de los países miembros de la Unión Europea, con el fin de que pueda adaptarse a las premisas marcadas por el Espacio Europeo de Educación Superior.

Es fundamental considerar que España ha transformado profundamente la estructura de sus universidades, en relación con sus titulaciones, sus métodos de enseñanza y sus instituciones educativas. Esto se llevó a cabo con diversos objetivos, tales como mejorar la competitividad de los estudiantes con respecto a otros países europeos, favorecer la movilidad estudiantil, aumentar la calidad de la enseñanza y permitir el reconocimiento de títulos en toda la Unión Europea. En esta ocasión especial, brindaremos información a todos los interesados en los aspectos principales del sistema universitario de España. También trataremos sobre los distintos tipos de formación y sus titulaciones.

En primer lugar, es fundamental considerar que el sistema universitario español está compuesto por un total de 77 instituciones, de las cuales 50 son públicas y 27 son privadas. Asimismo, no podemos dejar de mencionar que dos de las universidades en cuestión se especializan en programas de postgrado. Éstas se denominan Universidad Internacional Menéndez Pelayo y Universidad Internacional de Andalucía. Por otro lado, cabe destacar que los estudiantes españoles pueden iniciar el cursado en la universidad una vez que terminan sus estudios de bachillerato o concluyen un ciclo formativo de grado superior. Es necesario que aprueben un examen selectividad para que se les permita seguir asistiendo en la titulación que deseen.

La estructura de las enseñanzas en las Universidades de España le permite a los alumnos obtener títulos de carácter oficial, sin dejar de mencionar que consiste en dos niveles diferentes. Éstos son los siguientes: estudios de Grado (primer ciclo universitario) y de Postgrado (que consta de Máster y Doctorado en segundo y tercer ciclo universitario, respectivamente). Es fundamental hacer referencia a que la formación que se brinda en las instituciones son distintas y la titulación que se recibe por los cursados son el reflejo de la enseñanza recibida. He aquí las diferencias más significativas entre ellas:

  • Los títulos de Grado tienen como objetivo principal el de preparar a los alumnos para que tengan la posibilidad de ejercer actividades de carácter profesional. Comprenden enseñanzas básicas y formación general de numerosas áreas de conocimientos, tales como Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales, Derecho, Ingeniería y Arquitectura. Por lo general, los grados equivalen a cuatro años académicos, aunque ciertas carreras requieren una mayor cantidad de tiempo de cursado, como por ejemplo Medicina.
  • Los títulos de Máster encajan con el segundo ciclo universitario, razón por la cual son de postgrado. La formación en este caso se caracteriza por ser avanzada, multidisciplinar y especializada. Para obtener un Máster es necesario cursar entre uno y dos años aproximadamente.
  • Los doctorados son títulos pertenecientes a otra clase de formación de postgrado, tal como mencionamos anteriormente. Corresponden al segundo ciclo universitario, sin dejar de hacer hincapié en que para acceder a carreras de esta índole los alumnos necesariamente deben haber cursado un máster. Aquellos individuos que concluyen un doctorado obtienen nada más ni nada menos que el título de Doctor. Es fundamental considerar que los estudios doctorales se dividen en dos ciclos distintos. En uno es necesario cursar un año aproximadamente, mientras que en el otro los estudiantes tienen que realizar una investigación y elaborar una tesis, la cual debe ser presentada a las autoridades y calificada. Entre ambos procesos, el doctorado requiere de tres o cuatro años académicos.

Los títulos enumerados arriba sobresalen por ser estatales y autorizados. A pesar de esto, es imposible dejar de lado el hecho de que las universidades también distribuyen titulaciones de otro tipo, las cuales se caracterizan por ser no oficiales. No obstante, el fin principal de estos títulos es el de cubrir necesidades formativas que no se contemplan en el denominado catálogo oficial de titulaciones. En conclusión, se trata nada más ni nada menos que de certificaciones propias de especialista o experto, cuyos estudios requieren que los alumnos se concentren en áreas concretas, sobre las cuales deben profundizar tanto de forma teórica como práctica.

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Coaching: la profesión del futuro

Learning process

Coaching es un término que comenzó a utilizarse recientemente. La realidad es que no tiene una sola definición, pero todas las interpretaciones disponen de numerosos puntos en común. En esta ocasión en especial, trataremos de explicar de mejor forma posible de qué se trata esta novedosa profesión, la cual se perfila como una actividad protagónica en el futuro.

En primer lugar es fundamental destacar que la esencia del coaching tiene que ver con liberar el potencial de las personas, con el fin de que éstas lleven su rendimiento al máximo. Esta profesión no consiste en enseñar, sino en ayudar a aprender. El término en cuestión surge a partir del concepto del deporte en general («coach» significa «entrenador»en inglés). A pesar de lo que pueda sugerir esta palabra en un primer momento, la tarea primordial de un coach de esta índole es la de funcionar como un catalizador de conciencia y no la de instruir, enseñar o transmitir conocimientos.

Los clientes del coaching (denominados frecuentemente «coachees») recurren a los coach con el fin de que los acompañen en el proceso de cambio o mejora que pretenden realizar. Estos profesionales jamás brindan soluciones, sino que intervienen para que las propias personas sean las que encuentren los remedios a sus conflictos dentro de sí mismas. Es esencial tener en mente que esta actividad tiene como principal fin el de auxiliar a quien más lo necesite a que saque lo mejor de sí en relación con lo que hace o desea hacer. La idea es aprovechar al máximo todas las habilidades y recursos con las que cuenta el individuo.

Es importante hacer hincapié en que existen numerosas formas de coaching, como por ejemplo el filosófico, el integrativo, el estructural, el ejecutivo, el de vida, el de la variedad, el coactivo, el coercitivo, el sistémico, el empresarial o el deportivo. Hoy en día es posible hallar múltiples escuelas que se dedican especialmente a enseñar este oficio de los modos más diversos, como por ejemplo Motivat. Quienes desean aprender este oficio y disponen de horarios ajustados que no les permiten adaptarse a cualquier itinerario, pueden hacerlo fácilmente mediante cursos que se ofrecen en Internet, de un modo tan rápido como sencillo. Se trata del coaching online, que se caracteriza por brindar a los alumnos total libertad y flexibilidad. Por otro lado, las enseñanzas de esta índole también se separan según su complejidad, habiendo cursos de coaching básicos y cursos de coaching completo. Aquellos individuos que no tienen demasiado tiempo o viven demasiado lejos de las escuelas, pueden seleccionar los cursos de coaching intensivo. Éstos duran tan sólo seis días, en los que se cursan unas diez horas cada jornada.

Por último, es primordial tener en mente que un buen coach es un excelente observador, sabe cómo lograr que su cliente tome conciencia, es capaz de ayudar a que su cliente determine sus objetivos, puede actuar de forma sostenida en el tiempo, tiene la capacidad de determinar si el cliente está cerca o lejos de los fines planteados, puede asumir un compromiso y es capaz de motivar al máximo a su oyente.